"Run Rome the Marathon" es un evento emblemático que atrae a corredores de todo el mundo, y por una buena razón: el recorrido es un impresionante recorrido turístico por los lugares más famosos de Roma, como el Coliseo, la Basílica de San Pedro y el Foro Romano. Por eso, cuando Carl-Otto Karlengen, el director ejecutivo de RunAgain, me invitó a participar, ¡aproveché la oportunidad! Esta sería mi cuarta maratón y estaba decidido a terminarla en menos de 4 horas.
Me contagié del virus de la gripe y, debido a mi asma, la enfermedad persistió. En el vuelo a Roma, comencé a dudar de mi capacidad para alcanzar mi objetivo de menos de cuatro horas debido a mi tos persistente.
El día de la carrera, utilicé todos los tratamientos médicos legítimos disponibles para aliviar mi tos y, como es lógico, estaba ansioso. Estaba tan nervioso que tuve que parar en una cafetería para ir al baño. Como resultado, llegamos tarde y tuvimos que correr alrededor del Coliseo para entrar en la zona de partida, que estaba a unos 2 o 3 km de distancia. Nos perdimos la increíble salida de la que todos hablaban maravillas.
Comenzamos la carrera 12 minutos después de la primera oleada de corredores. El ambiente era fantástico y la multitud nos animaba a medida que pasábamos. Mi nerviosismo desapareció rápidamente y me sentí bastante bien, aunque tenía el pulso un poco alto, lo que puede haberse debido a nuestra mala salida.
El recorrido es mayoritariamente plano, pero los adoquines lo hacen desafiante. Sin embargo, fue una excelente oportunidad para admirar la belleza de la ciudad mientras se corría, y la camaradería entre los corredores y el ambiente electrizante lo convirtieron en una experiencia inolvidable.
Después de un tiempo, me sentí fuerte y mantuve un ritmo constante. La multitud entusiasta me dio un impulso de energía que me mantuvo motivado. Sin embargo, alrededor del kilómetro 30, mis piernas comenzaron a sentir la tensión. A pesar de este desafío, me negué a rendirme y seguí avanzando. Alrededor del kilómetro 39, el recorrido se estrechó y el terreno adoquinado se volvió más difícil. Sin embargo, la proximidad de la multitud que me animaba me animó y me encontré acelerando el ritmo hacia la línea de meta. Cruzar esa línea después de 03:53:25 fue una increíble sensación de logro.
Si eres corredor de maratones o aspiras a serlo, te recomiendo encarecidamente que incluyas en tu lista de deseos la Maratón de Roma. No solo tendrás la oportunidad de poner a prueba tus límites y alcanzar un hito personal, sino que también podrás explorar la histórica y hermosa ciudad de Roma.
