source description
source description

Lene Myhrvold

Wed Nov 23 2022

2 min de lectura

¿Nunca es demasiado tarde?

Aquí ves a una dama que era buena y mala al mismo tiempo. Estaba bien porque tenía una linda familia, buenos amigos y un compañero de cuarto, pero por dentro estaba bastante podrido. Tenía baja autoestima, no me sentía bien y me negaba a participar en eventos sociales, una mala alimentación, usaba la comida y las patatas fritas como consuelo y mi forma física era mala. Realmente malo.

Si hay un incidente que se me queda grabado como hierro fundido, es cuando estaba con papá y mi primo en la montaña de Skjåk para pescar en 2019. Papá tiene un agua secreta que no comparte con los demás porque es muy Hay truchas grandes y bonitas, ¡pero finalmente debería unirme! Nos levantamos bastante temprano y comenzamos a subir. Ya después de 30 metros de subida por la ladera de la montaña sentí que esto iba a ser difícil. Sí, era caro, pero el abuelo de 75 años lo había conseguido. ¿No podía estar en tan mala forma como para que alguien de 75 años me golpeara? Ahora hay que decir que el abuelo siempre ha caminado por la montaña y que hay algo más que ir a caminar llano, pero eso me detuvo. Fue como si les dijera a mi papá y a mi prima: "Puedo levantarme, pero en realidad no sé si puedo bajar". La derrota para mí fue un hecho.

Lo había pensado durante mucho tiempo, pero cuando la pandemia de corona llegó a Noruega en 2020, me dije: "O puedes continuar como lo estás haciendo ahora y ganar aún más peso, o tomarás Porque ahora eso es suficiente para mí. Ya no puedo molestarme más con esto, ahora estaré bien".

Nunca hay un momento adecuado, sólo hay que decidir empezar y tomarlo en consecuencia. Para mí, se trataba de empezar a perdonarme a mí mismo y aceptar que no estaba donde quería estar, tanto mental como físicamente. Porque en realidad es una auténtica derrota darse cuenta de que estás en tan mala forma que te cansas de subir las escaleras con bolsas de la compra, no puedes correr más de un minuto seguido sin sentir el ácido láctico en todo el cuerpo o te enfermas en el pensado para palear nieve.

Mi objetivo era brillar, tener confianza en mí mismo, tener mejor salud, gestionar las tareas cotidianas sin quedarme sin aliento y quizás el más grande de todos: quería hacer este cambio para que el día, si, Conviértete en madre, puedo basarme en la nieve y trepar a lo alto de los árboles. No quería que mi cuerpo y mi forma física me impidieran unirme al juego.

No sé muy bien qué quiero con este texto, pero si hay algo que quiero que sepas es esto: nunca es demasiado tarde. Es posible que un pequeño cambio no sirva de mucho, pero muchos pequeños cambios con el tiempo crearán una vida cotidiana completamente nueva para usted. Utilice el mal sentimiento que tiene ahora como motivación e inspiración para superarlo y, por otro lado, saldrá más fuerte, más duro y será una mejor versión de usted mismo. Tienes que ser dueño de tu propio objetivo y de tu propia motivación, cualquiera que sea. Puedo prometerte que toda la sangre, el sudor y las lágrimas valen la pena.